José Horna. Photographer

16 August, 2014
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José Horna

 
Fecha y lugar de nacimiento:
13 Abril 1959 / Bilbao (País Vasco)
 


Lugar de residencia:
Bilbao (País Vasco)


 
Web
 
¿Cómo llegaste a la fotografía de Jazz, desde el Jazz o desde la fotografía?
El Jazz ya me gustaba, pero fue la fotografía la que me acercó aún más a él. Hace 22 años yo cubría las actividades de un Centro Cultural (Teatro, Conciertos…) y eso me llevó a mi primera experiencia fotografiando una actuación de Jazz (“High de Prime Trio”, nunca lo olvidaré). El “flechazo” fue inmediato. Poco después comencé a cubrir los conciertos en el Bilbaina Jazz Club, luego empecé a seguir los Festivales de Getxo, Vitoria y, San Sebastián para la revista Cuadernos de Jazz… hasta hoy.
 


¿Es la fotografía de Jazz tu principal dedicación como fotógrafo?
Es la principal en cuanto que es la más estable y la que más salida tiene a través de los reportajes gráficos publicados en Cuadernos de Jazz (Madrid) y Jazz Hot (París), las exposiciones, las fotos para discos, carteles o curriculums de músicos. Mi  otra faceta fotográfica es la Street photography, el Documentalismo Social, donde me identifico más con la línea de fotógrafos como Henri Cartier-Bresson, Doisneau, Willy Ronis o Izis. La mejor muestra que puedo presentar al respecto es un proyecto fotográfico en el que llevo años trabajando y que está recogido es este blog.
 


¿Compaginas tu actividad con alguna otra relacionada con la música Jazz?
Sólo algunas colaboraciones escritas en crónicas de actuaciones y Festivales. Pero está claro que lo mío es la cámara y no la pluma…
 


¿Te relacionas personalmente con los músicos que fotografías?
Todo lo que puedo Ahí tengo el handicap del idioma, puesto que mi inglés es muy pobre. Esto me limita bastante al círculo de músicos con los que me puedo comunicar en castellano o francés, pero intento sobrepasarlo.
 


¿Qué importancia tienen las redes sociales en tu trabajo?
Actualmente mucha. Por una parte me permiten ampliar ese círculo de relaciones a los que me refería antes y, también, dar una mayor extensión a mis fotografías de Jazz. Por otra parte, las redes facilitan el contacto con otros fotógrafos y fotógrafas de todo el Mundo. En este sentido, el grupo Jazz Photographers de Facebook ha sido para mí un estupendo lugar de encuentro donde intercambiar visiones, experiencias y puntos de vista sobre la Fotografía de Jazz. La otra red que utilizo es Flickr, en la que cuelgo no sólo mis fotos de Jazz, sino también trabajos relacionados con mi otra faceta fotográfica que antes comentaba: https://www.flickr.com/photos/jose_horna/
 


Utilizando términos jazzístico ¿qué etiqueta pondrías a tus fotos más recientes: mainstream, fusión, free, avant-garde…?
“Free”, por el intento de liberación de guiones, formatos o exigencias ilustrativas. Procuro que sean unas imágenes sin limitaciones, vinculadas estrechamente a los momentos del Jazz. 
 


¿Me puedes indicar 3 características de la fotografía de Jazz que hacen que te intereses por ella?
La búsqueda de ese instante del Jazz al que me refería antes. Esta música es imprevisible, no se repite (O no debería…), ella te puede dar pistas de hacia dónde va pero has de estar preparado para captarlo.
La conjunción de fondo y forma, la composición más allá de las reglas clásicas.
La traducción de la música en imágenes.
 
Creo que lo expresé un poco mejor en un texto que escribí para mi primera exposición:

“¿Por qué fotografío Jazz? ¿Por qué empeñarse en regresar a esos universos subterráneos que nacen y mueren alrededor de la media noche? Parte de la respuesta está en esos sonidos que estallan o susurran rompiendo, en las líneas de un pentagrama, la más clásica de las lógicas y obligan a asumir el papel de perpetuo perseguidor de lo imprevisible. 
Pero eso no es todo. Quedaría por explicar la traducción de ese tiempo tormentoso a imágenes en las que la fotografía tiende a romper las proporciones y la colocación de los puntos de interés, los planos de enfoque y desenfoque, el equilibrio de luz y oscuridad, para poder expresar por qué el resultado acaba desembocando en una negrura cálida y envolvente; como si a partir de determinado mojón kilométrico en el territorio del Jazz, la fotografía se convirtiera natural y necesariamente en lo que -de forma muy subjetiva- denomino Jazzografía. “
 



¿Crees que hay relación entre la calidad del concierto que estás fotografiando y la calidad de las fotos que en él consigues?
Sin duda. Puedes hacer alguna foto impactante o “resultona” en un concierto que no te gusta, pero estás fotografiando “show” y no “Jazz”. Cuando la música te alcanza y te lleva es cuando fluye con facilidad el trabajo fotográfico, al menos para mí.
 



¿Qué te interesa más en la fotografía de jazz, la faceta creativa o la de fiel reportero?
Ahí habría que definir un poco más los términos “creativa” y “fiel”. Si la primera opción se basa en un lienzo en negro con el dedo meñique, la nariz o la oreja de un famosísimo intérprete en la esquina inferior derecha (por ejemplo), o si la segunda es una foto “plana” para cubrir el expediente en la página de cultura de algún diario, no me identifico con ninguna de las dos. Mi planteamiento es una visión personal del Jazz y de las conexiones que establece. Eso no es sólo retratos, o primeros planos o expresiones forzadas, sino el reflejo de todas las dimensiones que componen la escena del Jazz. Creo que en ese punto deberían de unirse inseparablemente la creatividad y el reportaje.



 
Algunos festivales de jazz, a pesar de que se siguen llamando así, diversifican su contenido en beneficio de otras músicas. ¿Crees que esta tendencia amenaza también a la coherencia en la fotografía de jazz?
Bueno, una cosa es “diversificar” y otra “sustituir”. Hay que reconocer que las cuentas en taquilla mandan mucho y los “no hay entradas” se relacionan muchas veces con músicas fronterizas o, incluso, que no tienen ninguna relación con el Jazz (pero eso es también responsabilidad del público y sus “gustos”…). Para mí lo ideal es que el Jazz mantenga sus espacios (sin ser recluido en locales o escenarios secundarios). A partir de ahí puedes elegir unas actuaciones u otras, pero en pie de igualdad entre ellas. Lo malo es que en el escenario principal de un Festival sólo el 25% de los conciertos sean de Jazz… Sea como fuere, la coherencia estaría en las elecciones que al respecto hiciéramos los fotógrafos y fotógrafas ¿no?



 
¿Nos puedes recomendar un fotógrafo actual de jazz?
Je! Una pregunta estupenda para “perder amistades”... En serio, hay mucha gente muy buena, cada cual con su estilo y definición propia. Entre tantos y tantos nombres puedo decir que me gusta el color de Roberto Cifarelli y el B&N de Jean-Luc Thibault.
 
Gracias José.